Las clases
en la universidad del Valle me han servido para:
Controlar
la timidez
Enfrentarse
a un grupo de la Univalle es amedrentador, sobretodo para alguien
sin experiencia en docencia. Pero sobreponerme al pánico y
dar la clase en forma relajada, ha sido todo un reto para mí:
Como diría Woody Allen: "La incapacidad nunca ha evitado
que me enfrente a nuevos retos con todo el entusiasmo".
Desarrollar
la recursividad:
El último
paro de un mes me dió pie para montar una clase virtual: "el
salón al desnudo", donde los alumnos debían crear
su avatar y enlazarlo a un blog con un ensayo a partir de la lectura
del "Mono desnudo" de Desmond Morris.
Ver en:
http://interactividad.iespana.es
Investigar
sobre temas muy variados:
No solo
lo concerniente a la clase en sí, sino a los referentes de
los estudiantes, para hablar su mismo lenguaje.
Ha
sido toda una experiencia. He crecido muchísimo como persona
y como profesional.